Cómo darte a conocer a tus clientes como redactor freelance

Es más fácil de lo que crees. Podemos partir de 3 situaciones distintas, y tienes que buscar tener ventaja.

freelance presentándose a su cliente por Zoom

¿Sabes cómo darte a conocer a tu cliente ideal? En este artículo exploraremos 3 posibilidades bastante habituales en el mundo freelance.

Si has leído el artículo sobre los mejores lugares para encontrar clientes como redactor, es probable que ya hayas conseguido hacer contacto (o igual tienes mucha hambre por saber más).

A menos que estemos hablando sobre plataformas, donde el proceso de contacto está estandarizado, seguramente te encuentres con que ahora no sabes cómo proceder, qué decir ni con qué método. Aquí te digo algunos métodos y mi opinión de cada uno.

Llamada a puerta fría

Este es el método más clásico. Apareces de la nada, sin que el cliente exprese su necesidad de un redactor, te presentas, y rezas por que te contraten.

Puede ser que sea a través de un email, un mensaje privado o una llamada, pero la cuestión es que llegas sin previo aviso, sin que nadie te lo pida. Incluyo aquí también cualquier presentación en vivo, cara a cara. Ya sea en el comercio del cliente o en un congreso. Es invasivo, casi siempre.

Antes se estilaba mucho este método, pero ha perdido bastante eficacia, la verdad. La gente se siente cohibida cuando les envías un email en frío o les llamas a las oficinas ofreciéndote. Esto da pereza, y tienes que tener la suerte de que estén buscando a un redactor justo en ese momento. De 100 emails, puede que solo te contesten 2 o 3, y algo similar pasa con las llamadas o las visitas presenciales. Es muy incómodo todo.

Cuando conoces bien las necesidades de tu target y adaptas tu mensaje a él, no es tan difícil conseguir tener éxito con una estrategia así, pero requiere saber bien lo que estás haciendo y mucha práctica. Aquí, la creatividad juega un papel importante.

Si estás desesperado, no es tan mal sistema, pero ten por seguro que el cliente verá que puede aprovecharse de la situación, y probablemente intente que le rebajes el presupuesto, saliendo a relucir así el cliente tóxico que lleva dentro.

En esta situación, estás en desventaja. Eres tú quien ha venido pidiendo limosna, eres tú quien tiene la necesidad de trabajo. No lo olvides.

Reunión por Zoom

Si has detectado a un cliente que puede tener una necesidad y has conseguido contactar con él, puedes ofrecerle hacer una reunión de 30 minutos en la que puedes conocer su proyecto más de cerca, y tal vez sugerirle alguna acción que vaya a beneficiarlo de verdad y que te implique a ti como freelance. Se puede partir, o no, de una necesidad que tenga el cliente.

Esto es positivo, porque la otra persona ve quién está detrás y puede verificar que eres el que dices ser y que sabes lo que haces. Al cliente le aporta más confianza en ti, y es más fácil saber si congeniaréis bien, aumentando su predisposición a aceptar tu encargo y presupuesto. El cliente es una persona humana también, y es una buena manera de acercarse.

No obstante, las reuniones también tienen una parte oscura. Si abusas de este sistema te convertirás en una especie de comercial, te verás rodeado de días con solo reuniones innecesarias que te chuparán la energía y el tiempo (a coste cero) que necesitas para trabajar. Además, corres el riesgo de que intenten engañarte, por ejemplo, negociando el presupuesto en una reunión (algo que nunca debes permitir).

Personalmente, intento evitar las reuniones siempre que puedo, o mantenerlas en algo casual y solo para ocasiones importantes. Al fin y al cabo, es mucho más fácil y rápido para mí explicar las cosas por escrito, ¿no te pasa eso a ti como redactor profesional?.

Responder a una propuesta de encargo

En el caso ideal, puedes responder directamente a un email que el cliente te envíe a ti o a un anuncio que el cliente haya publicado en algún lugar. Aquí, ya partes de una necesidad real en el cliente. Estás en una situación aventajada, totalmente contraria a la de contactar a puerta fría.

Lo ideal es que te hayan contactado, por supuesto, ahí juegas con ventaja y tienes más probabilidades de que acepten tu presupuesto. Normalmente, este tipo de comunicaciones se dan más cuando ya llevas un tiempo redactando y los clientes te recomiendan a sus colegas.

Sea como sea, sé siempre sincero sobre tus habilidades y transparente con tus tarifas. Como ya sabes, aquí estamos intentando ser profesionales, y no debes aceptar trabajos que no vayas a ser capaz de cubrir.

Jamás olvides que el éxito en tu trabajo depende de tu eficiencia, buscando siempre encargos de alta calidad para seguir subiendo tu nivel de vida y autoridad.

Estos son los puntos más importantes sobre cómo darte a conocer a tu cliente ideal, y no quiero extenderme más. Espero que mis consejos te sean muy útiles y te ayuden a reflexionar sobre tu metodología a la hora de negociar un encargo, y ya sabes que si te suscribes seguiré enviándote más.

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