Ikigai: consigue trabajar de lo que te gusta

Ikigai: consigue trabajar de lo que te gusta
Escucha "Ikigai: consigue trabajar de lo que te gusta" en Spreaker.

El concepto de ikigai no para de salir en muchas de mis conversaciones y contenidos, y creo que llega la hora de dejar de ser tan pesao y explicarla como debe ser, para que la entiendas bien y, quizás, cambiemos tu vida para siempre.

No es broma. Este ha sido el concepto asiático que me ha guiado durante los últimos años, ya que me ha empujado a empezar mi carrera en un momento de desesperación y me ha transformado como persona. Es uno de mis pilares teóricos, y es vital que lo entiendas.

La próxima vez que yo te diga "encuentra tu ikigai", y aún no lo tengas, tendrás este artículo para recordártelo. Y si alguna vez vuelves a sentir que estás perdido, esto te servirá de brújula. Una vez lo encuentres, tienes que ir a por él con todas tus fuerzas. Entenderás por qué.

Te dejo un pequeño índice para que no haya pérdida

¿Qué es "ikigai"?

El ikigai es un término muy complejo que se refiere a encontrar un propósito de vida, el para qué, la razón por la que puedes pensar que merece la pena vivir.

No hagas como yo y pienses en comer pizza, o en la risa de un bebé, sino que cava un poco más hondo, piensa en qué puedes hacer tú con tu energía (no necesariamente espiritual, sino física y mental) para mejorar un poco el mundo mientras lo pasas bien.

Como verás, la cosa del propósito va mucho más allá de "perseguir tus sueños". Esa es una visión irreal del mundo con la que los pseudogurús atrapan a sus presas incautas.

Cuando estaba terminando la carrera, me encontré con cuatro posibles vertientes o posibles futuros que exploré a conciencia:

  1. Hacer lo que me gusta: escribir.
  2. Hacer algo que se me dé bien: observar y analizar la conducta animal, o cuidar perritos.
  3. Hacer algo por lo que la gente está dispuesta a pagarme: ...¿camarero o cualquier otro trabajo basura?, ¿ganarme la vida por internet con promesas de "dinero fácil"?
  4. Hacer algo que el mundo necesita: estudiar y ayudar a reintroducir a una especie en peligro de extinción.

No te miento si te digo que probé los cuatro caminos por separado, y probablemente tú ya hayas hecho lo mismo. Sin embargo, cuando volví de intentar hacer el cuarto, y ver que seguía sin llenarme… no había encontrado un "sentido en la vida" como tal, iba sin rumbo. Así que decidí hacer algo diferente.

Empecé a darme cuenta de que la gracia de la vida está en encontrar un  punto de equilibrio, buscando el término medio, el centro entre estos cuatro caminos. Te presento el ikigai, esa estrellita del medio:

Puede parecer difícil, pero no lo es, ya lo verás.

Desgranémoslo paso por paso, con mi propio ejemplo de redactor, centrándonos en la redacción (que es el tema del que partimos en este blog). Ojo, no estoy diciendo que para encontrar tu ikigai tengas que cambiar de profesión, pero la escritura podría ser uno de los mayores propósitos que tendrás en tu vida: te dará un aliciente, proyectos y una forma de canalizar tus preocupaciones.

De hecho, parece que no voy mal desencaminado, ya que una encuesta de 2002 realizada en Estados Unidos reveló que hasta un 81 % de los encuestados afirmaron que les gustaría escribir un libro alguna vez, y otra más reciente de 2021 colocó el trabajo de escritor en el quinto puesto entre las profesiones más deseadas entre mujeres americanas… y no tengo los datos, pero hace tiempo leí otro estudio en el que la escritura se situaba en primer lugar en muchos países como "oficio soñado"… ¿por qué no me sorprende la gran cantidad de gente que quiere escribir?

Por supuesto, tu propósito podría ser algo totalmente distinto, pero te transmito lo que yo siento con mi ikigai para que tengas un espejo en el que identificar las emociones y sensaciones correctas a la hora de entender de qué estamos hablando.

Cuando sabes cuál es tu ikigai, te haces la vida mucho más fácil. De hecho, recomendaría hacer este ejercicio cuanto antes, porque al definir tu objetivo vital, verás mucho mejor qué camino debes tomar para llegar hasta tu meta.

Así que démosle caña, traduzcamos estas 4 áreas del ikigai en 4 preguntas esenciales:

1. ¿Qué amas hacer?

Para mí, este es el punto de partida de todo este concepto.

Probablemente tengas claro qué es aquello que más te gusta hacer, pero, si no… aquí tienes la clave. Te podría pasar como a mí antes de descubrir la escritura: la "pasión" (que ya sé que da un poco de cringe, pero existe y es la mejor palabra para definirlo) es un concepto que se te viene inmediatamente a la cabeza cuando te hacen la pregunta correcta. Esta pregunta que me formulé me cambió la vida, y está muy relacionada con el ikigai. No la olvidaré nunca…

Así que, sin tener en cuenta presiones, ni familiares, ni amistades, ni el dinero, ni la viabilidad, ni el tiempo, ni la suerte…

¿Si tuvieras que hacer solo una cosa por el resto de tu vida, aparte de cubrir tus necesidades básicas, qué harías?

Haz una lista, si quieres, y ves tachando. Lo más probable es que tengas como 20 o 50. Descarta las que sean menos interesantes o que ya ves venir que no te harían sentirte realizado u orgulloso si les dedicaras más tiempo o aprendieras más sobre ellas, una por una, hasta declarar uno o varios ganadores. No importa si quedan 5 o 10 que no "puedas quitarte", es normal.

Yo lo tenía bastante claro, porque había siempre un claro ganador, con mucha diferencia, e igual te pase lo mismo: escribir. Esta palabra surgía como un relámpago en mi cabeza una y otra vez, en menos de un segundo. Sin embargo, creía que no era una meta realista, o que era algo que todo el mundo deseaba en secreto, y la descartaba.

Me equivocaba: es posible, y de hecho el trabajo de redactor y creador de contenido es el mejor que he tenido en mi vida, ya que me permite hacer algo que ME LLENA y me gano la vida MUY BIEN con ello, he batido todos mis récords personales en "sueldo", para que nos entendamos.

Siéndote honesto, creo que si tuviera que dejar de trabajar como redactor perdería mi rumbo en la vida. Escribir (o redactar, para ser más específicos) es para mí no solo un medio de vida, sino también una pasión, un modo de entender la vida. Y sí, lo digo sin tapujos por cursi que suene: escribir es mi pasión, me permite canalizar muchas cosas y comunicarme como quiero con el mundo.

Es importante tener pasión por lo que haces, porque van a venir momentos jodidos, y es ahí cuando necesitarás seguir enamorado de tu trabajo para empujar hacia adelante. No hablo de "motivación", que es algo que se extingue en pocos meses, sino de disfrutar tanto de algo que te da una gran fuerza de voluntad y resiliencia cuando las cosas se ponen duras. Te ayuda a ser la mejor versión de ti mismo.

Además, la verdad es que mis mejores artículos han surgido de un fuego interior que ardía en mí, unas ganas inmensas de comunicar una opinión o algo importante que he descubierto. Me lo paso de fábula cuando eso pasa, y los dedos se deslizan que da gusto por las teclas.

Aunque también hay momentos más tranquilos, donde quiero elaborar una buena guía como esta. Lo mejor es que nadie me presiona ni me pone un tiempo límite: soy yo a solas con el teclado y puedo editar tanto como necesite hasta reflejar lo que realmente pienso. Tú solo lees el resultado final, y es posible que lo siga mejorando.

2. ¿Qué se te da bien?

Te voy a hacer otra pregunta, y en este caso no deberías de obsesionarte tanto con la respuesta, porque es orientativa:

¿Qué es aquello por lo que alguna vez te han felicitado, o en aquello en lo que te sientes más competente?

La respuesta puede variar mucho según tu momento vital, porque se nos acaba dando mejor aquello en lo que invertimos tiempo y esfuerzo. Sí, incluso el Fortnite, y eso no significa que tengas que ser jugador profesional.

Si te soy sincero, echando la vista atrás, recuerdo lo muchísimo que disfrutaba de los dictados y redacciones en el colegio, y lo bien que se me acabó dando (crear historias no, eso lo odiaba), y esa semilla ha ido creciendo orgánicamente. Pero no tendría por qué haber sido así, si hubiera tenido a un mal profesor o no me hubieran educado bien en casa.

Aunque puedas estar en algún momento de tu vida en el que no sabes hacer nada, déjame decirte que eso no es verdad, no eres ningún inútil (y me da igual si tienes alguna discapacidad o limitación, eso no es excusa). A todos se nos da bien algo, y para descubrirlo solo hay que seguir explorando. TIENES que hacerlo para disfrutar de la vida, créeme, te lo digo por experiencia.

Si este artículo te pilla en un momento de crisis o en el que aún no te has encontrado a ti mismo, o no sabes qué se te da bien, te recomiendo que explores todo lo que puedas, y te estampes tanto como sea posible. Parece que no, pero los fracasos te acercarán más y más a tu ikigai.

Haz talleres, trabaja en curros de todo tipo, empieza algún hobby. Déjate llevar por tus pasiones. Empezarás a detectar que hay ciertas cosas que se te dan bien, o al menos que la gente se sorprende o te felicita por ello. Hay a quien se le da bien mandar, mientras que a otros se les da bien ejecutar, por dar dos pinceladas. A mí se me da bien investigar y ayudar.

En realidad, no necesitas tener una gran habilidad en aquello que te gusta. Yo considero la escritura como uno de mis "talentos" pero, ¿crees que siempre he escrito igual de bien?, ¡al contrario! La medición de la calidad escrita no solo suele ser subjetiva (dejando a un lado lo esencial), sino que está en constante transformación.

Volviendo a insistir en el primer punto, creo que partir de la pasión es una gran alternativa, porque es a raíz del placer por algo que puedes crecer. Al fin y al cabo, si algo te gusta y lo haces mucho, como puede ser aporrear el teclado, y te preocupas por formarte y mejorar. Aunque tendrás altibajos, acabarás siendo mejor en ello… y tiene el potencial de convertirse en tu ikigai.

Puedes hacer un poco cada día de eso que tanto te gusta hacer. No tienes ni por qué llevar un control de tu progreso, porque de forma natural te volverás más bueno. Mírame a mí, que de tanto escribir se me ha acabado dándome bastante bien. A veces sigo cometiendo fallos, pero, siendo pragmáticos, lo que importa es que se me entiende y transmito bien lo que está en mi cabeza y mi corazón. Es como si tuviera telepatía, como dice Stephen King en su libro "Mientras Escribo".

Cita de Stephen King que dice "¿Qué es escribir? Telepatía, por supuesto.

Por eso, te digo que da igual la habilidad que tengas haciéndolo, escribir es una habilidad en la que siempre se puede mejorar, e irás cambiando según tus objetivos. Si tienes la actitud correcta (de apertura y escucha activa) y un mínimo de educación en tu lenguaje e interés, seguirás superándote y definiendo tu estilo poco a poco. Si hoy no te pagan, lo harán mañana, ya sea un cliente... o tus propios lectores. Todo eso y mucho más, lo veremos en Teclado en Llamas.

3. ¿Por qué la gente te podría pagar?

Está muy bien que tengas una pasión y que se te dé bien, pero, ¿cómo lo haces para que la cosa funcione y se convierta en algo que puedas hacer el máximo de tiempo posible?, ¡pues consiguiendo que sea algo que hagas constantemente, como trabajar para ganarte el pan!

No tiene por qué ser el foco central de tu trabajo, ni mucho menos, (tu ikigai podría ser algo tan genérico como "ayudar a los demás a encontrar su pasión"), pero la clave está en conseguir cómo canalizar las cosas para que logres tus objetivos mientras haces algo que la gente valora suficiente como para pagarte.

Hazte la siguiente pregunta:

De todas las cosas que sabes hacer y te gustan, ¿por cuáles la gente te pagaría?

La respuesta no tienes por qué encontrarla YA, porque habrá ideas que hoy no tendrán sentido, pero que si desarrollas suficiente quizás se puedan volver posibles. Hay muchos que hoy se centran en aprender e investigar en vez de buscar una solución inmediata a un problema que tenga alguien.

Por suerte o desgracia, el dinero es un factor que hoy en día define muy bien cómo las personas valoran tu habilidad, conocimiento y tiempo. La actividad que haces tiene que ser valiosa para permitirte hacer más a menudo eso que tanto te gusta.

El trabajo no es el centro, pero es verdad que es algo que la mayoría hacemos durante gran parte de nuestra vida por dinero, y debería de tener relación.

Imagínate cómo me siento yo cuando recuerdo que me pagan por hacer algo que me encanta, ¡a veces casi no me lo creo! Aunque reconozco que no siempre disfruto con todos los encargos de la misma manera (según cómo se alinee con mis valores) sigo aportando, y lo mejor es que me sigo formando siempre, para encontrar más maneras.

Mis clientes valoran, sobre todo, el hecho de que les saco los problemas y preocupaciones de encima a la hora de crear una estrategia de marketing con contenidos. Yo les organizo la agenda en ese aspecto y ellos se pueden despreocupar. Es una manera de conseguir que me dejen escribir a mi bola, expresándome de manera más o menos libre y así cumplir con mis objetivos, siempre con el visto bueno del que paga. Al final, lo que consigo es que alguien pueda comunicarse mejor con sus potenciales clientes y, al final, conecte con más gente y acabe vendiendo más.

Sin embargo, la cosa no acaba aquí. Hay que hacerse una última pregunta.

4. ¿Qué valor aportas al mundo?

Además de tener el que podría ser el trabajo de tus sueños, pregúntate:

¿De qué le sirve al mundo esto que estoy haciendo?, ¿cómo se podría justificar lo que hago como algo valioso para la sociedad donde vivo?, ¿cómo sumo yo?

Y es que, quizás ahora no lo veas, pero tenemos que salirnos un poco de tu burbuja inmediata. Todo lo que haces influye en el mundo y dependiendo del potencial que tiene de influencia, te hará sentirte más o menos realizado.

Al fin y al cabo, todo lo que escribes tiene un efecto sobre el entorno, aunque este efecto al principio sea indirecto o poco visible.

Mi misión como redactor no es la de hacer dinero y ya está, sino que va mucho más allá. Lo que hace que escribir para transmitir cosas relevantes a las personas sean tan chachi, es el PODER que tienen las palabras para cambiar el mundo, para cambiar mentalidades e ideologías equivocadas y para mejorar a la humanidad.

Es por eso que una parte central, aunque invisible, de mi filosofía de trabajo de aceptar solo proyectos que yo crea que pueden ayudar a la humanidad. De lo contrario, sé ya por experiencia que "hay algo que no encajará" y acabaré perdiendo toda la motivación por escribir en ese proyecto. Me ha pasado varias veces, por eso lo tengo tan claro.

Claramente, ese es el pilar más social de mi ikigai, pero es igual de importante que todos los demás.

Para mí, no hay mayor placer que disfrutar escribiendo y además aportar valor al mundo.

He redactado para todo tipo de proyectos, y la verdad es que cada vez tengo más claro que ya me da igual del nicho que sea (aunque yo he sido especialista en conducta animal). Lo que me importa es que yo, con mi contenido, pueda aportar calidad y combata la desinformación.

Por ejemplo, no soy nada fanático de los coches. De hecho, ya de pequeño me daban igual. Sin embargo, en un proyecto de renting de coches, en el que apenas me veía yo trabajando, acepté el encargo y empecé a crear contenidos para hablar sobre medidas de seguridad y tecnología en la conducción, además de poder ayudar a las personas a escoger el mejor coche para ellos (que significa muchas cosas, entre ellas un renting o compra bien informada).

Al poder tener un coche adecuado para esas personas, y concienciarlos sobre seguridad vial, de manera indirecta estás mejorando el mundo. Al final, mi cliente, una pequeña startup que consiguieron vender por 30 millones de euros, conseguía firmar muchísimos contratos de renting. Pero, aparte de su éxito, lo que me importaba a mí es que yo aportara mi granito de arena.

Está claro que todos los factores tienen relación, ¿lo ves claro?
La rueda del ikigai o círculo infinito, que me acabo de sacar del bolsillo, funciona así:

un gráfico donde se muestra un ciclo con lo siguiente "Decides hacer algo que te gusta mucho = Practicas y aprendes cosas útiles = La gente lo valora y te pagan por ello = Puedes dedicarle más tiempo y aportas valor al mundo = eres feliz y compartes este post con tus amigos".

Cuando encuentres tu ikigai, no volverás a llegar tarde a trabajar, no volverás a sentir ese tedio típico de trabajo, sino que estarás haciendo algo que amas, y encima te estarán pagando por ello. ¿No suena genial? No es humo, yo no vendo nada relacionado con este concepto, solo aconsejo esto porque a mí me funcionó.

Profundizando sobre el ikigai

El ikigai como concepto es bastante complejo, y cuesta un poco interiorizar todos los matices si es la primera vez que has oído hablar sobre él.

Si aún no lo tienes claro, o quieres saber más, te recomiendo que te veas/leas estos recursos donde podrás profundizar mucho más sobre el tema:

Ikigai en modo fácil:

Otro vídeo muy recomendable, que entra en detalle sobre la filosofía del ikigai:

Libros estrella sobre el ikigai (son de Francesc Miralles):

Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz (Medicinas complementarias) : Miralles, Francesc, García, Héctor: Amazon.es: Libros
Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz (Medicinas complementarias) : Miralles, Francesc, García, Héctor: Amazon.es: Libros
El método Ikigai: Despierta tu verdadera pasión y cumple tus propósitos vitales (Inspiración y creatividad) : Francesc Miralles, Héctor García: Amazon.es: Libros
El método Ikigai: Despierta tu verdadera pasión y cumple tus propósitos vitales (Inspiración y creatividad) : Francesc Miralles, Héctor García: Amazon.es: Libros

Entrevista con Francesc Miralles, principal divulgador sobre el Ikigai en España:

Otra entrevista de Francesc formato pódcast:

Si sabes inglés, te recomiendo este taller en directo de The Futur. Chris Do, el profesor, sabe mucho sobre ikigai y en este vídeo lo hace notar.

Creando tu ikigai

Ahora te toca a ti. ¿Cuál es tu ikigai? Quizás sea la escritura, posiblemente lo sea si en algún momento te has sentido identificado conmigo, quizás sea algo parecido, o quizás nada de eso.

Para encontrar tu ikigai, tienes que mirar en tu interior, profundizar. Ya sabes: no tengas miedo de explorar, de probar cosas. Si estás entre varias opciones, nadie te impide que las pruebes o incluso que las combines, ¡pueden surgir cosas brillantes!

Te recomiendo que lo hagas manualmente, y que empieces a mezclar aquellas cosas que hay en tus listas, de manera que acabes creando una combinación única. Eres tú quien mejor puede descubrirlo, y verás que tendrás ideas alucinantes, y muchas cosas se pueden combinar aunque no lo parezca.

Por ejemplo, hay a quien le encanta el diseño gráfico, se le da bien el marketing y le apasionan los deportes de alto riesgo. ¿Por qué no hacerse diseñador gráfico y consultor de marca para empresas de deportes de alto riesgo?

Puedes pedirle a ChatGPT que te ayude a encontrar tu ikigai. Sabe más de lo que parece. Clica en el siguiente link con una conversación que he preparado para ti y simplemente sigue respondiendo a sus preguntas (recomiendo usar al menos GPT4, que es el que tiene suficiente nivel para ayudarte con esto).

Ejemplo de ikigai: el mío

También debes saber que los ikigais pueden ir cambiando con el tiempo, y está bien, porque van pegados a tu crecimiento como persona. Hay que aceptar el cambio y abrazarlo, siempre.

De hecho, yo, en su momento, me especialicé en redacción sobre mascotas y empecé a escribir libros de divulgación para juntar mi pasión por escribir con mi amor por los animales (como ves, una combinación). Por un tiempo, ese fue mi ikigai, pero mi ikigai actual ha cambiado, y lo tienes justo delante.

En un post bastante largo en mi blog personal expliqué que yo creo que ha llegado el fin de la divulgación, al menos la divulgación que a mí me llena, y que iba a dedicarme a otra cosa. Mucha gente no lo entendió, y es normal, no entienden que uno de mis pilares (la utilidad para el mundo) se desmoronaba comparándolo con el potencial de la IA.

Si bien es cierto que parte de mi ikigai aún es escribir para mis clientes y seguir aportando valor al mundo con mis contenidos, aparece en escena un foco más interesante.

Estos son mis pilares, simplificándolo bastante (el tuyo puede ser mucho más largo y complejo):

  1. ¿Qué amo hacer? Escribir y ayudar a las personas.
  2. ¿Qué se me da bien? Redactar contenidos que informan, inspiran y enganchan.
  3. ¿Por qué la gente me podría pagar? Por crear contenidos y recursos que les sean útiles, ya sea para sus objetivos personales o profesionales.
  4. ¿Qué valor aporto al mundo? Multiplicar el valor que la gente puede crear y aportar a los demás.
Imagen de mi ikigai, justo como lo acabo de describir pero en imagen

Este es mi ikigai actual:

Escribir para ayudarte a ayudar mejor y a más gente en el mundo.

Así que, en eso precisamente consiste Teclado en Llamas, es parte de mi ikigai casi literal.

Te recomiendo que luches por tus sueños y siempre busques la manera de que esto funcione, nunca te arrepentirás. Si tiene que ver con la redacción o la escritura, quédate por aquí, porque alucinarás lo que puede llegar a saber alguien que lleva luchando por esto desde 2008 y que no para de formarse y probar cosas.

🙌 ¡Hey!, ¿te ha gustado este artículo? Si te suscribes a mi lista de correo, te mandaré mucho más siempre que pueda (habrá contenido exclusivo para suscriptores, y GRATIS).🔥